"El Olivar de Moratalla, PASIÓN POR EL PRODUCTO"
Los antiguos griegos atribuían a las musas el poder de inspirar a los artistas pero, a lo largo de la Historia, no todas las fuentes de inspiración han sido divinidades... ni siquiera personas de carne y hueso. En algunos casos, las ansias de crear pueden partir de algo tan prosaico como un sencillo, aunque, maravilloso ingrediente.
Ese precisamente ha sido el caso de muchos cocineros, que han elaborado creaciones fantásticas a raíz de la pasión y el amor por un producto. Desde luego, Fernando Firo Vázquez responde a ese perfil y, del mismo modo que Grace Kelly espoleó el talento de Hitchcok, o Uma Thurman hizo lo propio con Quentin Tarantino, el aceite de oliva ha sido un motor para su trabajo.
El nombre de su restaurante, El Olivar de Moratalla, ya da una idea de la pasión que Firo muestra por un producto que mima y ensalza en su cocina pero además, es presidente de la Cofradía de Amigos del Aceite de Oliva Virgen, catador del Panel Oficial de Cata de Aceite de Oliva de la Región de Murcia y posee una empresa de aceites.
Su currículo pone en antecedentes de lo que uno puede encontrarse en la mesa, pero si a eso le añadimos la inquietud permanente por innovar –sin perder la cabeza– y el respeto por el producto, nos encontraremos ante una cocina cabal, sorprendente y refinada.
La curiosidad de Firo se ha traducido en ideas extraordinarias que han conseguido distintos premios nacionales e internacionales, como sus papeles comestibles, creados en colaboración con el Departamento de Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Murcia, que dieron lugar a "ElQuijote comestible", con el que se convirtió en el primer cocinero en exhibir su obra en el Instituto Cervantes, o pie a “La Carta de Restaurante Comestible”, que ofrecía olores y sabores no primarios de los platos ofertados en ella.
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